FDV 114

Capítulo 114.

8. Traicioné al Villano.

— Sacaré a Celestine de la prisión. Huyamos juntos. Todos, incluido el señor Evan.

La propuesta de Letio se asemejaba al fruto prohibido.

En el momento en que lo comas, serás echado del paraíso.

Nunca jamás podrás regresar, y ni siquiera podrás atreverte a mirarlo.

Por supuesto, siempre y cuando no lo comas, nada cambiará.

La diferencia era, si hacerlo de manera voluntaria o involuntaria. Ser echada o irse por cuenta propia.

Selena quería irse voluntariamente, por sus propios pies.

No podía entender cómo fue que pasó.

Quizá, estaba relacionado con que Letio descubriera que es el hijo de la Emperatriz.

Pero ya no importaba. Ahora, esas cosas ya no tenían importancia.

Tenía que ver a Ignis. No podía dejar que las mentiras se sigan acumulando. Tenía que confesarle toda la verdad.

Incluso, aunque ya sea muy tarde.

Huir sin decirle nada lastimaría no solo a Ignis, sino a ella misma. Y no solo eso, sino que significaría que también estaba traicionándolo. Por nada en el mundo quería que eso pase.

Además…

Si escapamos todos junto a Celestine, Ignis podría creer que realmente lo traicioné.

¿Acaso eso no echaría a la basura todo el tiempo que compartimos hasta ahora?

No quería eso.

No quería que las memorias de su único amigo y la persona que la amó se arruinaran.

Y fue por eso,

«Me presento de nuevo.»

Que no había de otra manera. Fue inevitable.

«Mi nombre es Selena Evan.»

Selena decidió que, a partir de hoy, sería Selena.

***

«…»

El silencio permaneció por un instante largo.

Ignis parecía aturdido, y la persona que se había presentado como Selena mantenía su mirada cabizbaja, fija en el suelo.

Rowan entró en un estado de confusión, sin entender que era lo que acababa de decir.

¿Tú eres Selena Evan? ¿Qué quieres que hagamos si solo nos dices un nombre que recién conocemos?

Rowan dio un paso al frente.

«¿Qué quieres decir? ¿Te refieres a que mentiste sobre tu verdadero nombre?»

Entonces, Selena alzó la cabeza y miró a Rowan. Notó que él tenía sangre en su cabello. Pensando en que seguramente sea de Ignis, su corazón comenzó a dolerle.

«Somos mellizos.»

Rowan la observó como si todavía no pudiera comprender.

«Entiendo. Pero ¡entonces, qué quieres decir-…!»

«Soy su melliza.»

Rowan se cerró la boca. No, más bien parecía incluso haber dejado de respirar.

Entonces, ella miró a Ignis. Él también la miraba, pero sus ojos no tenían emoción alguna y mantenía la boca cerrada, bien firme.

«Entonces… ¿dices que eres una mujer?»

Lentamente, Selena asintió a la pregunta de Rowan.

«La persona que está en la cárcel, ¿es tu hermano?»

Selena tragó saliva, y nuevamente, asintió.

«Mierda. ¿Es en serio?»

Rowan se frotó la frente. Y como si no pudiera contener su furia, apretó los puños con fuerza y luego respiró hondo. Se tocó el pelo y se mordió los labios con fuerza. Luego, cerró los ojos y nuevamente tomó aliento.

«¿Acaso estás loca?»

Él se acercó y agarró a Selena por el cuello de su ropa.

«Estás loca. De otra manera, no te habrías atrevido.»

Sacudió a Selena con mucha fuerza. Ella, obviamente, podría habérselo sacado de encima pero no lo hizo. Su expresión era como la de un pecador, y solamente mantuvo la mirada en el piso.

«¿Engañaste a todos desde que te enlistaste?»

Selena se mordió los labios. Rowan dejó salir un sonido de burla.

«Eso es una ofensa en contra de la familia Imperial. También eres una criminal. Bien, es mejor así. Será todo un espectáculo verlos mañana, hermano y hermana, ser ejecutados.»

Entonces, Rowan la soltó. Aun en este momento, Ignis no había dicho nada. A pesar de que ahora ya sabía toda la verdad.

«¿Acaso no hay nadie haciendo guardia afuera? ¡Llévense a está desgraciada ahora mismo…!

«Rowan.»

Solo en ese momento, Ignis abrió la boca. Observó a Rowan con una mirada vacía.

«Sal de aquí.»

¿Me lo dices a mí? Rowan se apuntó a si mismo con su dedo. Ignis ásintió.

«Me ire, pero me la llevaré conmigo.»

«Te irás tú solo.»

«¡Pero!»
«¡Te estoy diciendo que te vayas!»

Rowan frunció su mueca y lo miró, pero no siguió protestando. Porque creía que ahora mismo, Ignis era el más confundido de los dos.

«…podría ser peligroso, así que me quedaré justo del otro lado.»

Rowan hizo un gesto con su mano para usar su magia, y salió del cuarto.

Su ausencia se hizo notar.

La habitación se sentía enorme y la distancia entre Ignis y Selena se alargó. La brecha entre sus corazones se hizo más grande. A pesar de que hasta ayer, se sentían tan cerca.

Ignis se quedó mirandola. Sus ojos parpadeaban lentamente y no reflejaban emociones. El rostro de Ignis hacía difícil saber qué era lo que estaba sintiendo ahora mismo.

«Celes-…. no.»

Ignis soltó una risa vacía.

«Selena Evan.»

Selena cerró con fuerza sus ojos. ¿Por qué decía su nombre en un tono tan afligido? Selena contuvo la respiración.

«¿Por qué lo hiciste?»

Incluso después de que Celestine lo haya apuñalado a sanfre fría, él había encontrado una razón para creer en ella. Y por eso entendía su actitud, pero le asustaba que fuera tan sensato en este momento.

«Mi hermano menor huyó de casa un día antes de enlistarse. Así que fue mi única opción.»

Ignis cortó las palabras de Selena.

«¿Y por qué no me dijiste?»

Selena despegó la mirada del suelo y lo miró. Ahora podía ver con claridad el rostro de Ignis.

«…no tuve la oportunidad de decírselo.»

Selena soltó una simple excusa. No dijo la verdadera respuesta.

«¿En serio crees eso?»

Ignis se rio. Estaba conteniendo sus lágrimas, que amenazaban con salir.

Todos los recuerdos del pasado hasta ahora pasaron por su cabeza.

Creía en su sinceridad. Creyó que si se trataba de Celestine, no lo engañaría. Y así sería en el presente como en el futuro. Que no existían los secretos entre ambos y por eso, llegó a amarlo.

Pero si fue así. La realidad es que había sido engañado desde el principio.

Todo fue una mentira.

«¿Sabes que estuve a punto de dejar todo de lado por ti, no?»

Apretó los puños.

«Quise abandonar el trono, y mi propio futuro. Todo, solo por ti.»

La herida de su hombro le dolía. Pero lo que más le dolía, fue que ella haya traicionado su corazón.

«Pero…»

Al sentir que sus palabras se detenían, Selena finalmente le devolvió la mirada a Ignis.

«¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?»

Él estaba llorando. Sus lágrimas no salían, pero definitivamente, sus ojos lo delataban. Al verlo así, sentía que su corazón iba a partirse en dos. Así que Selena volvió a evitar su mirada.

«Lo siento.»

Selena inclinó su torso hacia adelante, haciendo un gesto de disculpa.

«¿No me dirás nada más?»

Ignis le preguntó, incredulo.

«En serio… ¿eso es todo?»

«Lo siento. Yo-…»

Selena apretó sus labios. Había tantas cosas que quería decirle, pero no le salían las palabras. Incluso decir que fue su única opción era una excusa. Así que solo podía decir:

«Lo siento.»

Como era lo único que podía decir, lo repitió. Selena se aguantó las ganas de llorar.

«Bien, eso es todo.»

Ignis murmuró eso y luego soltó una risa vacía, frustrado. Se peinó con enojo su cabello plateado, y le dijo.

«Selena Evan.»

Nuevamente, miró a Selena.

«Celestine Evan intentó asesinar a un miembro de la familia Imperial, no recibirá misericordia por sus acciones.»

Fue una voz firme, y cuando Selena entendió lo que estaba diciendo, se tambaleó. Sus piernas perdieron la fuerza y ella cayó al suelo. Entonces, se arrodilló y colocó sus manos en frente, rogándole.

«…Su Alteza.»

Luego, alzó la cabeza, y miró a Ignis. Él se la miraba sorprendido, y al mismo tiempo, con desprecio.

«Máteme.»

Desde el principio todo lo que ocurrió fue su culpa, por hacer las cosas que no debía. Todo es mi culpa, pensó Selena.

«Yo envié a mi hermano al banquete. Él solo terminó involucrado en el plan de alguien más. Fue mi culpa. Yo fui la culpable que lo engañó todo este tiempo. Todo es mi culpa.»

Sus lágrimas estaban por salir. Selena apoyó su frente sobre el suelo. La temperatura fría del piso le atravesaba la piel.

«Asi que, por favor, perdone a mi hermano. Pagaré mis pecados con mi vida, así que, le ruego-…»

«¡Basta!»

Ignis gritó con fuerza. Se arrancó la férula que sostenía la herida de su hombro. Su herida se abrió y comenzó a chorrear sangre de nuevo. Pero no le importaba.

Entonces, se puso de pie y caminó hasta Selena, que seguía de rodillas. Las gotas de sangre dejaban un rastro en el piso.

«¿Matarte? ¿Con mis propias manos? ¿Realmente me estás pidiendo a mí que te mate?»

Su voz sonaba desesperada, enfadada. Reveló lo que sentía realmente.

«Bien. Puedo matarte. ¡Si te mato, todo volverá a ser como antes! ¡Y todo lo que alguna vez fuimos también!»

Él se desplomó en el suelo.

«¡Y luego!»

Con cuidado, Selena alzó la mirada. Ignis estaba justo en frente de ella.

Cruzaron miradas. Ella vio sus ojos rojos totalmente agitados. Él bajó la cabeza y envolvió sus brazos alrededor de ella.

«…yo también estaré muerto por dentro, ¿por qué no lo entiendes?»

Selena mordió sus labios con fuerza.

Ella no podía contestarle, y solo aferró sus manos sobre el suelo.

«Eres tan cruel. Cruel y egoísta.»

Con tristeza y frustración, Ignis se rio.

«Y lo sabes.»

Lentamente, acercó su mano. Sus dedos temblaban ligeramente, y soltó un respiro.

«Lo sabes, y por eso has venido a verme.»

Colocó su mano sobre la mejilla de Selena.

«Sabes que soy incapaz de lastimarte.»

Su temperatura era fría, pero su tacto se sentía gentil. Como siempre.

Entonces, no pudo soportarlo. Sin darse cuenta, Selena rompió en llanto, no pudo aguantarlo.

«Llévate a tu hermano.»

Ignis hundió su rostro en el cuello de Selena.

«Y no vuelvas nunca.»

Sintió que su ropa se humedecía con lágrimas.

Pero Selena no podía hacer nada. Ahora ella,

«Es lo último que haré por ti.»

Ni siquiera podía limpiar sus propias lágrimas.

TL: mawi

ED: Litten

No spoileen porfi (ɔ˘ ³ (ˆ‿ˆc)

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