FDV 30

FDV 30

Capítulo 30:

Esto era una obvia intimidación. Era una amenaza de que, si ibas a la región de Heath, no se quedaría de brazos cruzados.

Ignis suspiró. Relajó la tensión que sentía y miró directamente a Index.

«Usted realmente…»

Ignis alzó la copa ligeramente.

«No sabe comportarse.»

La sensación del alcohol que pasó por su garganta lo nubló. Le quemaba. Pero fue efímero. Con razonamiento frío, se enfrentó a Index.

«Deberías estar agradecido de haber llegado a la familia imperial, solo porque eres la familia de la Emperatriz, a pesar de ser un noble arruinado. Pero, ¿qué tan lejos piensas llegar?»

El rostro de Index se tensó por completo. Ignis torció los labios aún más.

«Conoce tu lugar y vive así. No puedes escalar.»

El rostro envejecido de Index se enfureció. Ignis sonrió alegremente, sintiéndose recién ahora aliviado. En ese momento.

«Parece que esas palabras no son sólo para mí, Su Alteza el Príncipe.»         

Index alzó la cabeza otra vez, el enojo había desaparecido de su rostro.

«Si hablamos de alguien proveniente de un país arruinado, ¿no es Su Alteza un descendiente?»

La mano de Ignis, que sostenía la copa, tembló.

Si estaba hablando de su madre.

Probablemente se esté refiriendo a su madre mitad demonio, que fue exiliada, una plebeya de Hiban.

Ignis no ya no pudo mantener la calma. Sus ojos rojos comenzaron a temblar.

«Fuiste demasiado lejos, Duque.»

Había aura extraña alrededor de él. El aire se volvió turbio. Una ligera energía oscura permanecía en las cercanías.

Probablemente es obra del demonio. Todos los que los rodeaban gritaron y se alejaron.

«En este Imperio es un crimen insultar a la familia imperial. ¿No sabes que tus palabras son suficientes para considerarse un crimen?»

Ignis dijo con indignación, como si se tragaría a Index en cualquier momento. Pero, Index no dio un paso atrás. Solo se volvió más arrogante.

«Así es. Lo sé muy bien.»

Él sonrió suavemente.

«Pero no seré castigado.»

Ante el comentario sarcástico de Index, la energía se sintió más fuerte. La energía oscura que salía de las sombras atrapó a todos de los tobillos.

Los murmullos se hicieron más fuertes. Tenía que suprimir su poder ahora mismo, pero Ignis no estaba lo suficientemente sereno como para hacerlo.

En ese momento.

¡Crac!

Se escuchó el sonido de una copa de cristal siendo arrojado a los pantalones de Index y luego romperse. El vino manchó sus pantalones blancos de color rojo.

¿Quién fue? Todos prestaron atención.

«Oh, lo siento. Se me resbaló de las manos.»

No era nadie más que Celestine, que salía de entre la multitud. Era normal ver la sorpresa en los ojos de Ignis.

«Su ropa se manchó. Oh, ¿quizás no? ¿Ya estaba así desde el principio?»

Celestine sacudió la cabeza y se paró en frente de Index.

El rostro de Celestine estaba tan feroz como nunca antes, parecía no importarle la ira de Index. Index miro a Celestine de esa forma y frunció el rostro.

«Que maleducado.»

«Me disculpo.»

No era una disculpa en absoluto. Index estaba más furioso. Pero había muchos ojos mirando. Apenas podía suprimir su ira.

«¿Quién eres, Sir?»

Con su cabeza aún inclinada, Celestine alzó la vista hacia Index. Sus ojos azules tenían una mirada fría. Fue suficiente para que incluso Index sintiera escalofríos.

«El escolta a cargo del noble príncipe.»

‘Noble.’

Había un poder raro en esas palabras. Ignis sintió un nudo en la garganta.

«Soy Celestine Evan.»

Un sirviente parado al lado de Celestine le dio un vaso con agua.

«Con esto…»

Y le arrojó agua a los pantalones de Index.

Todos pararon de respirar. Algunos estaban atónitos con la boca abierta. Ignis estaba igual que ellos.

«La ropa sucia tiene que lavarse, ¿cierto?»

Pero Celestine estaba tranquilo. Por su actitud tan relajada, Index no pudo evitar mostrar su enojo.

«¡Tu, maldito! ¿¡Qué clase de seguridad tienes para hacer este tipo de cosas vulgares!?»

Index le gritó a los escoltas parados alrededor.

«¿¡Qué hacen?! ¿¡Por qué aún no lo sacaron afuera…!?»

«No.»

Celestine sonrió con el tipo de sonrisa que él había tenido hace un momento.

Con una expresión que en un instante se volvió feroz, enfrentó a Index.

«Acabo de cometer un gran crimen.»

Index tembló como si quisiera agarrarlo del cuello, pero Celestine ligeramente se encogió de hombros. Era una actitud que demostraba no temerle a esa ira.

«Pero no seré castigado.»

Ahora, solo estaba repitiendo lo que Index le dijo a Ignis.

«¿Me equivoco?»

Como si recién se hubiera dado cuenta de la situación, el rostro de Index se tensó.

Él no podría nunca castigar a este desgraciado aquí.

Si no aguantaba y lo castigaba, también sería acusado por insultar.

Index fulminó con la mirada a Celestine, y rechinó los dientes con fuerza. La fuerza en sus ojos enrojecidos era tanta que parecía que se iban a salir.

Ignis no pudo contener más la risa.

De nuevo, me gustas.

En esta situación, no podía evitar sentirse de esa manera.

***

Metí la pata.

Selena fingió no darse cuenta del sudor que corría por su espalda y pretendió estar tranquila.

Sólo voy a pretender que no sé. ¿Por qué tengo que terminar con la angustia de alguien?

Selena pensó mientras miraba al hombre desconocido enfrente con los ojos bien abiertos.

Ni siquiera sé quién es en primer lugar. Era obvio que es el enemigo de Ignis. Porque tiene un parecido a la emperatriz.

Así que lo iba a dejar pasar. Pero era demasiado despreciar a Ignis.

Aunque dicen que el príncipe nunca recibió el amor del emperador sin importar cuanto lo intentó, ¿no es demasiado? Simplemente intervine para evitar que siga enojado.

Tan pronto como intervine, me arrepentí. Porque esto parecía confirmar que ella no se despegaba de Ignis.

Pero no podía ignorarlo.

Porque ahora es la oportunidad perfecta para tranquilizar el enojo de Ignis.

Ignis estaba furioso por la pequeña mentira que le había dicho.

En una situación así, ¿qué pasaría si descubre que lo estuve engañando desde el principio?

Obviamente me cortarían la cabeza, y no podría garantizar la seguridad de su padre y Celestine.

Y por eso, tenía que hacer que Ignis cambie de idea. Tenía que aliviar la sensación de traición que sintió y mostrarle una imagen de un sirviente leal que lo protege a su lado.

Si lo logra, incluso si la descubre más adelante, al menos la vida de su familia sería perdonada. …aunque, estaría más agradecida si no me cortaras la cabeza.

Tenía que construir una relación con Ignis. Tenía que ganarme su confianza. Y así podré sobrevivir en el futuro. Eso pensaba Selena.

Además, no le gustó para nada que se haya enojado con ella. Por alguna razón, se sentía muy incómoda.

‘¿Logré impresionarte?’

Selena pensó mientras respiraba hondo. Entonces miró de reojo a Ignis. Él la miraba ojos brillantes.

Le dio pena ver que se sintió herido, pero al ver como brillaban sus ojos, sintió resentimiento.

Por tu culpa me metí en este desastre, bastardo.

Selena suspiró profundamente.

«¿Dijiste que eras Celestine Evan?»

El hombre de enfrente dijo, rechinando los dientes. Selena entonces le prestó atención al hombre y levemente asintió.

«Eres ‘el’ hijo del señor Evan. Si. Escuché mucho sobre ti.»

«Supongo que me volví famoso.»

Selena dijo sarcásticamente.

«Por cierto, discúlpeme, pero no sé quién es usted.»

Una vez más, todo el mundo contuvo la respiración. No, ¿cómo puedes no conocer al Duque Index? ¿Vivías en las montañas? Sonaba a eso.

«…ya veo. ¿Es así?»

Él se esforzó por sonreír mientras aguantaba la ira de nuevo.

«Soy Gellu Index.»

Maldita sea. Tenía que ser justo él.

Selena recordó el contenido de [Canción de Luna] tan pronto como escuchó su nombre y brevemente arrugó el rostro. Pero fingió otra vez estar tranquila.

«Me estaba preguntando si eras el Duque.»

Selena sonrió alegremente.

«Escuché muchos rumores sobre la gran generosidad del Duque, así que no podía creer la situación que acaba de pasar.»

Si empezaste algo, tienes que terminarlo bien. Mientras miraba a Ignis y a Index alternativamente, Selena dijo.

«Le faltó el respeto al Príncipe.»

El rostro de Index se endureció. Y al contrario, el rostro de Ignis tenía una expresión extraña.

«Sir ‘Arrogante’.»

Entonces, alguien salió detrás de Index.

Y ahora quien es.

Selena frunció el ceño y observó al hombre.

«Su Excelencia. ¿no va a hacer nada con este bastardo arrogante?»

«Ber.»

«Si deja que continúe, manchará su reputación. Entonces tiene que darle un castigo severo…»

«¡Ber!»

El grito de Index se escuchó por el silencioso salón. La música se había detenido hace tiempo. Y ahora solo había silencio.

«A mi escolta le gusta hablar. Lo siento, Su Alteza.»

Index se dio vuelta para mirar a Ignis y dijo. Ignis que hasta entonces estaba viendo todo desde afuera, sonrío ligeramente.

«Un escolta se parece a su amo. Como a mí, te debe pasar lo mismo.»

Bien dicho, Ignis. Selena admiró el sarcasmo de Ignis.

«Pero no haría tal cosa como meterse y hablar sin mi permiso. Como tú.»

Index lo aguantó. Parecía estar resentido con la situación, que se dio vuelta en un instante.

«Ber. Discúlpate.»

El caballero llamado Ber se acercó he hizo una reverencia con brusquedad.

«Fui maleducado. Por favor, perdóneme.»

Las comisuras de Ignis se alzaron formando una sonrisa.

Ya te sientes mejor. Selena lo miró mientras pensaba que era alguien fácil de entender.

TL: mawi

No spoileen porfi (ɔ˘ ³ (ˆ‿ˆc)

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