FDV 60

FDV 60

Capítulo 60:

«No sabía que iba a vivir.»

Como ya tenía pantalones debajo no estaba completamente desnudo. Pero al no estar cubierto con ropa, su torso estaba expuesto. Selena se dio cuenta de que estaba mirando mucho y alejó la cabeza.

«¿Recuerdas cuando te había contratado al principio?»

Cuando dijo eso repentinamente, Selena asintió y sonrió.

«Te mostré que el té estaba envenenado. Y te dije que cuando te unieras a mí, te diría quien está detrás de los intentos de asesinato.»

Ignis escupió una risa amarga. Por supuesto, fue él quien envenenó el té ese día, pero no fue una mentira porque se refería a las cosas que pasan con frecuencia. Él dijo.

«¿Adivinas?»

Selena se dio cuenta que el ambiente se volvió extraño. Corrigió su postura y se sentó.

«Es una cicatriz hecha por la Emperatriz.»

Ignis bajó la mirada con tristeza.

***

«Es una cicatriz hecha por la Emperatriz.»

Al escuchar sus tristes palabras, Selena apretó la mandíbula sin que él se dé cuenta.

Ya lo sabía. Como podría olvidarlo. Porque en [Canción de Luna] se mostró incontables veces la torcida relación de la Emperatriz e Ignis.

Pero, Selena y Seo Eunha apoyaban a la Emperatriz. Porque el villano era Ignis. Y ella tenía que apoyar al protagonista masculino, Letio.

…Pero.

«Tenía seis años. No, no recuerdo con exactitud. Fue probablemente, cerca de esa época. En ese momento, yo era joven y no sabía nada. No comprendía que significaba ser un príncipe, y ser un heredero al trono. Así que pensé que estaría a salvo. Pensé que no correría ningún riesgo siendo un niño.» (n/t: Recordemos que Ignis no es el príncipe heredero al trono, solo un príncipe. El Emperador no deja que sea coronado y se opone.)

«…»

«La Emperatriz me empujó fuera del barco, y caí al agua.»

Selena ya no podía aguantarlo y desvió la mirada hacia el piso. Pero Ignis no dejó de hablarle.

«Por suerte, había aprendido a nadar así que pude llegar hasta la orilla. Y parado ahí…»

Dejó de hablar. Y Selena terminó la frase por él.

«Usted se encontró a un asesino.»

Ignis asintió con la cabeza.

«Pensé que iba a morir. Pero parece que aún no era mi hora. Fue en ese momento que me di cuenta que tenía este poder.»

Ignis abrió la mano. Una sombra negra se posó sobre la palma de su mano. Se movía como un pequeño remolino y cuando Ignis apretó los puños, desapareció al instante.

«Gracias a eso, desde entonces, la Emperatriz no me hizo nada directamente. Pero usa ese tipo de trucos sucios.»

«Y por eso también debe preocuparse por los asesinos.»

«No es como si esos asesinos pudieran hacerme algo de todas formas.»

Selena le sonrió igual que Ignis, pero no era una sonrisa sincera.

Se sentía culpable por apoyar a la Emperatriz cuando leyó la novela, y por haber acusado a Ignis de ser un villano.

Obviamente Ignis no podría saber eso, sin embargo, no podía evitar sentirse culpable. Cerró con fuerza los puños.  

«Por eso, no puedo dejar viva a la Emperatriz.»

«…»

«Lo mismo con mi padre.»

Entonces, lentamente Selena levantó la cabeza.

«…entonces.»

El Emperador muere en [Canción de Luna]. Y quien lo ordenó fue nadie más que Ignis. Y la persona que ejecutó esa orden, fue Celestine.

Le era algo muy obvio que ella se convertiría en ese ‘Celestine’.

«¿Me necesita?»

Ignis no le respondió. En vez de eso, solamente miró con dulzura a Celestine.

Hubo un momento de silencio. Ignis miró a Selena, y ella evitó su mirada.

«En la batalla contra el Reino Penok.»

Él rompió el silencio hablando en voz baja.

«El día que regresé después de la victoria, fui a una conferencia. Y conocí muchos nobles. Pero apenas me vieron, se veían asqueados. No sabía por qué. ¿Por qué? ¿Por qué se comportaban así conmigo? Yo fui el héroe que consiguió la victoria del Imperio.»

Ignis movió un poco los ojos.

«¿Sabes por qué?»

Selena negó con la cabeza. Ignis le contestó con una sonrisa, como si ya lo hubiera adivinado.

«Dijeron que apestaba. Que tenía olor a sangre, a muerte.»

Él recordó. Las miradas de los nobles al entrar al salón. Y la expresión del Emperador cuando me vio.

Estaban repletas de miedo.

Para ellos, no era considerado un príncipe, solo un despiadado asesino, que apestaba a sangre.

Hizo añicos esas memorias. Y se centró en los recuerdos de Celestine. Recuerdos de sus palabras. Lo vi regresar victorioso en la batalla contra el Reino Penok, ¿cómo podría olvidar su excepcional valentía…? Ignis sonrió un poco.

«Me recordaste siendo un príncipe, un monarca excepcional.»

«Su Alteza. Eso…»

«Celestine.»

Ignis cortó las palabras de Celestine. Y le agarró la mano. Él llevó esa mano hasta estar cerca de la punta de su nariz.

«Tú no hueles a sangre.»

Y luego soltó la mano de Celestine.

«No eres mi espada.»

Ya no puedes continuar siendo mi espada.

Dijo eso con un corazón pesado.

***

Pronto fue de noche. Ignis se levantó lentamente mientras miraba el cielo oscuro.

«Parece que ya dejaron de trabajar. Bueno, sabía que sería así.»

Dijo eso mientras se arreglaba las arrugas de su ropa.

«Si dejan encendida la piedra de luz, el lugar se podría ver de lejos. Si quieren esconderse, no hay manera de que se dejen delatar por eso.»

Selena asintió como si estuviera de acuerdo, y se levantó.

«¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Tiene algún plan?»

«Por supuesto que tengo un plan.»

Ignis hizo un sonido quejándose mientras decía eso. Y miró a Celestine. Luego miró a la oscuridad, muy muy a lo lejos.

«Reúne a los esclavos y bajen la montaña.»

«¿Y usted?»

«Ya pensaré en algo.»

Selena entrecerró los ojos. Y agarró a Ignis del brazo.

«¿Va a hacer algo peligroso, no es cierto?»

Su tono era firme. Por haber escuchado sobre la Emperatriz hace un rato, se sentía culpable. Selena apretó su brazo.

«Soy su escolta. Esta misión es importante, pero su seguridad me es más importante.»

Ignis vio a Selena comportarse así. Su expresión no dudó. Pero, si hubo un sutil cambio en sus ojos.

«Entonces lleva lejos a los esclavos y regresa.»

Él sonrió tímidamente cuando Selena lo soltó.

«Bueno, me encargaré de todo antes de que regreses.»

«¿Qué demonios intenta hacer?»

«No permitir que te manches las manos de sangre.»

Ignis dijo con determinación. Parecía estar decidido.

«Ve. Yo esperaré aquí.»

Al verlo así, Selena frunció el ceño.

Me sentía rara. En serio, me sentía tan rara que no podía describirlo con palabras.

***

El Duque Index estaba dando vueltas por el oscuro cuarto. Iba y volvía, y repetía sus pasos. Era una acción que denotaba algo de impaciencia.

«¿Estás seguro de que Ber no está en el Palacio Imperial?»

Al escuchar al Duque alzar la voz, alguien que se estaba escondiendo en las sombras, salió.

«Lo revise una y otra vez, pero no hay huellas de Ber.»

«¿¡Cómo se atreve ese perro a traicionarme…!?»

El Duque se mordió el pulgar.

«Kiel. Tú y Lucian buscarán a Ber. Tráiganlo.»

«…entiendo.»

Aquel que llamaron Kiel, respondió y se echó hacia atrás. Una vez más en las sombras, ya no se podía ver.

«Noah. ¿Todavía no encontraste al hijo de la Emperatriz?»

Esta vez, la persona apareció del otro lado. Con una cara un tanto joven, él agachó la cabeza con una expresión triste.

«Aún no.»

«¡Son tan inútiles!»

¡Crak! El Duque arrojó todo lo que estaba en el escritorio al suelo. Las cosas que había arrojado cayeron esparciéndose por todo el lugar.

«¡Ya pasó más de un mes desde que hice el encargo! ¿¡Tiene sentido que todavía no haya noticias!?»

El Duque apretó los puños en indignación. En su rostro se podía notar la ira pura. Se veía disgustado sobre la luz de la luna, y abrió las manos.

«Estamos buscando por todos lados, pero… a juzgar por los hechos, si aún no lo encontramos entonces es obvio que la Emperatriz no tiene hijos»

«¿¡No dije ya que eso es imposible!?»

¡Bam! Pateando una silla, el Duque exclamó.

«Definitivamente hay un hijo oculto de la Emperatriz. No hay manera de que esa malvada chica no se hubiera salido con la suya.»

«…intentaré encontrarlo.»

Fuu. El Duque respiró hondo, y agachó la cabeza. Apretó los puños.

«¿Alguna noticia del príncipe?»

Kiel le contestó.

«Tan pronto dejaron la capital, se perdió el rastro. Parece que fueron por una ruta diferente.»

«¿¡Para qué demonios sirven ustedes!?»

El Duque gritó, golpeándolo en el pecho.

Estos malditos desgraciados. Son como carnívoros, les pagué un montón de dinero porque son buenos informantes, pero ni siquiera lo valen.

Algún día, usare a mis hombres para educarlos, el Duque se juró.

«Ese astuto bastardo seguro ya llegó a Heath. Debe saber sobre la mina.»

¿Por qué intentó detener que Ignis vaya a Heath? Solamente fue por las minas que usa para extraer las piedras mágicas.

No había informado a la familia Imperial sobre las minas. Y por supuesto que tampoco informó sobre los esclavos que usaba para minar.

Era obvio que sería un gran dolor de cabeza si lo descubren. ¡Por eso intenté por todos los medios emboscar al príncipe en el camino…!

Fuuu. El Duque respiró hondo otra vez. Si. Aún no se sabe. El príncipe podría no haber llegado a Heath todavía, y aún si lo hiciera, podría no saber sobre las minas. Se tranquilizó.

«Conéctame con la mina.»

Al escuchar sus palabras, Kiel rápidamente puso la herramienta de comunicación en frente del Duque. Después de parpadear unas cuantas veces, una luz roja brilló en la herramienta.

[Su Excelencia, el Duque. ¿Qué necesita?]

Se veía a Ruph, el administrador de la mina. Ruph tenía una expresión tranquila, como si nada malo hubiera pasado. El Duque acercó el rostro con una pequeña sonrisa, recién ahora sintiéndose en paz.

TL: mawi

ED: Litten

No spoileen porfi (ɔ˘ ³ (ˆ‿ˆc)

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6 comentarios en “FDV 60

  1. Ignis bebé :’c me duele 💔 como le paso todo eso siendo un niño y que se haya acostumbrado, y ahora no quiere que Selena sea como el, pero todo fue por las circunstancias xc no es un villano. Gracias por el cap ~~ ♡♡♡♡

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    1. Me dolio mucho a hora de leerlo, Ignis desde mi prespectiva no es que sea un villano, posiblemente un antiheroe, pero el hace lo que tenga que hacer para sobrevivir, su vida a sido muy dificil :C. Gracias a ti por leer ♡.

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