FDV 91

FDV 91

Capítulo 91:

¡Les deseamos una feliz navidad!

Luego de decir eso, solo hubo silencio.

Ignis siguió observando a Celestine con una mirada penetrante.

Honestamente, ya no sabía qué hacer.

Ignis pensó que durante su tiempo juntos, le había demostrado incontables veces su cariño.

Cada vez que tenía la oportunidad, le decía que lo extrañaba, lo increíble que era y lo importante que es para mí.

¿Acaso no había hecho todo eso?

Incluso me comportaba tiernamente y le hacía pucheros.

Pensé que con solo eso ya sería suficiente para que se dé cuenta.

Además, nosotros dos…

‘¿Acaso no nos habíamos besado?’

Tan pronto pensó eso, el calor subió a su cabeza. Desafortunadamente, ese recuerdo le era borroso así que no se sentía vívido, pero no importaba.

Habiendo pasado algo de esa magnitud, creí que se daría cuenta de inmediato que mi actitud era distinta a la de siempre.

Pero Celestine no lo notó en absoluto. Lejos de darse cuenta, cada vez me trataba más y más como a un buen amigo.

‘Por eso no deberíamos haber empezado como amigos.’

Ignis tragó su pesar, y nuevamente miró directo a los ojos de Celestine.

Quería decirle.

Que en realidad, me había enamorado.

Y, que te amo.

Quería decirlo.

Pero su boca no lograba abrirse.

Tenía miedo.

Miedo de que Celestine me odiase. Estaba asustado de que la relación por la cual me había esforzado tanto en arreglar, se haga pedazos otra vez. Me asustaba la idea de ni siquiera poder permanecer como amigos.

No estaba seguro de mí mismo como para decirle.

Y aún si solo llegase a rechazarme, no tenía las agallas suficientes para quedarme a su lado.

Todavía no.

En serio, todavía no.

‘Parezco un tonto.’

Ignis liberó la tensión que había en su cuerpo y se apoyó en Celestine. Apoyó su rostro sobre su hombro.

«¿…Su Alteza?»

Selena estaba profundamente desconcertada.

Si dices que la razón detrás de haber anulado abruptamente el compromiso es por mí, y me miras de esa forma, como si estuvieras molesto…

Era como si te sintieras conflictuado, ¿no es así?

Sintió su aliento sobre su nuca. Sentía muy de cerca su misteriosa y cálida temperatura, pero al mismo tiempo, fría.

¿Por qué te comportas así?

Le di vueltas en mi cabeza.

Pero no podía encontrar una buena razón.

Quizás, ¿ahora mismo estaba arrepintiéndose de haber anulado el compromiso?

Tal vez, si sea eso.

No importa que tan planificado estén las cosas, siempre existe el miedo a que algo no salga como se esperaba.

Con cuidado, Selena movió su mano.

«Estará bien, Su Alteza.»

Y acarició su cabello. Su suave pelo pasaba a través de sus dedos.

«Es natural que las personas tengan arrepentimientos.»

Acurrucado a su lado, él parecía un niño. Como podría una persona tan delicada y amable ser un villano. Selena sonrió y lo acarició una vez más.

«Pero si uno no lo intentase, no podríamos crecer por culpa del miedo a arrepentirnos.»

Ignis se hundió aún más en ella.

«Tomo la decisión correcta.»

Y por último, Selena le dio una palmada en la espalda.

Con esas palabras, ella no tenía idea del gran consuelo que le había brindado a Ignis.

***

«Entonces, debo regresar.»

Selena dijo mientras miraba directamente a Ignis. Y se levantó.

«¿Ya te vas?»

Al escuchar su pregunta, Selena asintió con la cabeza. Es que, a ella le preocupaba su padre, y por eso quería regresar rápido. Pero no lo dijo en voz alta.

«¿En serio me dejaras?»

Ignis le dijo, sus ojos se habían humedecido. Y como esa expresión le hacía parecer un cachorrito que veía a su amo irse de la casa, Selena no pudo evitar sonreírle.

«¿Cree que si me mira de esa forma tan triste, no me iré?»

En vez de contestarle, Ignis simplemente siguió mirando a Selena de la misma manera.

«…si. Tiene razón. No me iré.»  

Maldición. Selena se tocó la cabeza.

«Me quedaré solo una hora más. Y no más.»

«Me conformo con eso.»

Ignis le dijo con una sonrisa deslumbrante. Ambos ojos, que se había entrecerrado por esa expresión, se sentían refrescantes como el mar. Y sus sonrientes labios, tan elegantes, solo lo hacía ver genuino.

Al ver ese rostro, Selena recordó su primer encuentro con Ignis.

Definitivamente, había sido aterrador.

Estaba asustada y tenía escalofríos.

Su cabello plateado emanaba frialdad, sus ojos rojos se veían turbios, y su rostro pálido le parecía inexpresivo.

Pero ahora, ya no. Su cabello plateado brillaba, sus ojos rojos se veían hermosos y sus expresiones solo se sentían suave.

¿Quizás sea gracias al poder de la amistad?

Selena sintió su corazón latir con fuerza sin razón, y se esforzó por alejar esos pensamientos.

«Ah, por cierto-…»

Selena abrió la boca para cambiar de tema. Pero no pudo terminar sus palabras.

«¡Su Alteza!»

Inmediatamente Selena agarró a Ignis. Tan pronto como lo sostuvo, lo empujó para que quedara a sus espaldas y desenfundó su espada. ¡Chin! Apuntó su espada hacia la persona que había entrado por la ventana.

«¿¡Quién eres!?»

Lo observó y exclamó. ¿Un asesino? ¿De día y con tanta luz? Apretó la mandíbula con fuerza.

«¡Si no me contestas en este mismo instante…!»

«¡Espera!»

Ah, otra vez. Selena frunció el ceño, y relajó su postura.

«Soy yo, yo. ¿Por qué me golpeas cada vez que me ves?»

Era Ber.

Tan pronto vio su rostro, Selena se abalanzó hacia él y lo golpeó en la parte trasera de su cabeza.

«¡Estás loco!»

«¡Ah! ¡Me lastimas!»

«¡Por qué entras donde se te da la gana si por allí hay una puerta perfectamente funcional!»

Selena lo golpeó una vez más para luego alejar rápidamente su vista. Y miró a Ignis.

«¿Se encuentra bien, Su Alteza?»

Ignis alzó la mano, indicando que estaba bien. Y después se sacudió el polvo de su ropa.

«Por cierto, Celestine.»

Después de sentarse nuevamente en su silla, dijo.

«¿Cómo lo supiste?»

«¿Perdón?»

Selena ladeó la cabeza.

«Estoy preguntándote como te diste cuenta que él estaba ahí.»

Si me preguntas tan inesperadamente cómo hice para saberlo, ¿qué debería responder? Repentinamente, recordé una frase célebre.

«Simplemente… ¿lo sentí?»

Al escuchar las palabras de Selena, Ignis se quedó con la boca abierta en admiración. Y juntó sus manos, como si estuviera a punto de aplaudir.

«De verdad, eres alguien increíble.»

¿Tan de la nada?

«Más increíble que cualquiera que haya conocido antes.»

Por supuesto que soy la mejor, pero.

«Ciertamente, tengo buen ojo para las personas.»

Si no paran de elogiarme, me siento tímida. Selena sonrió silenciosamente y se rascó la nuca.

Ignis observó el comportamiento de Selena y luego apartó la vista con una sonrisa parecida a la suya.

Y miró a Ber, que ahora estaba sentado en el piso.

«Entonces, ¿Qué es lo que quiere la rata?»

Ante las palabras de Ignis, Ber rechinó inmediatamente los dientes.

«¿Acaba de llamarme ‘rata’, Príncipe?»

Su mirada se volvió feroz como si estuviera a punto de atacar a Ignis.

Él observó a Ber con la mirada despreocupada. Y soltó una pequeña risa.

«Creo que lo mejor sería encerrarlo en la prisión. No habrá problemas si están los guardias.»

«Me han dicho antes que me asemejo a una rata. Solo estaba sorprendido de que me hayas llamado por mi sobrenombre, así que, ¿a qué se refiere con encerrarme en la prisión?»

Ber, que ahora había cambiado por completo su actitud, se quejó.

No importa que no sea el edificio principal y sea un anexo, sigue siendo parte del Palacio Imperial. Era la oficina central del Príncipe.

Si cometía un error aquí, me capturarían. Y si eso pasaba, experimentaré horrores como la última vez.

Ber sacudió la cabeza.

«Entonces, Ber.»

Selena le habló. Ella se puso de cuclillas en frente de Ber y lo miró directamente.

«¿Qué sucede? Cruzaste la muralla y la ventana. ¿Qué habría hecho si rompieras algo?»

«No dices cosas para nada bonitas.»

Ber abrió la boca y dijo. Entonces, como si hubiera sentido un escalofrío, se sacudió de hombros.

«Vine a decirles algo. Es información extremadamente importante, así que creí que debería comunicárselos de inmediato.»

«¿Información?»

Selena ladeó la cabeza.

Dejándola a un lado, Ber se puso de pie. Entonces sacó la esfera de vídeo que guardaba en sus brazos.

«Aparecieron demonios.»

¿Qué? Rápidamente, Ignis le arrebató la esfera de las manos.

Vio a un monstruo. ¿Acaso no era yo el único capaz de llamarlos?

Pero, ¿cómo demonios…? Ignis observó el video.

Era corto, pero preciso.

Era diferente a los demonios que había vistos hasta ahora. Pelo blanco, contextura enorme y robusta, colmillos muy afilados y unos ojos rojos muy brillantes. Obviamente era…

«¿No es el tipo de monstruo que solo habita en las montañas nevadas?»

«Así es.»

«¿Por qué demonios está aquí?»

Ignis frunció el ceño. Selena, que observaba a su lado, también se mostró nerviosa.

«No puede ser.»

«No lo creo.»

Selena alzó velozmente su cabeza.

«¿Fue obra de Corneille?»

Ber sonrió y solo se encogió de hombros. Eso sirvió para responder a su pregunta.

«También hay registros de que Corneille estuvo en el Palacio Imperial.»

¿En el Palacio Imperial? ¿Por qué iría allí? Por un momento, se sintió ansiosa.

«Pareciera que visitó a la Emperatriz.»

Mierda. Ignis arrugó el rostro ante el posible futuro, frustrado.

«¿De dónde salió el video?»

Primero, debía concentrarse en el ahora. No importa que era lo que estaba tratando de hacer, debía mantener los daños al mínimo. Ignis se espabiló de inmediato.

«A 30 millas de aquí.»

«Estarán en la capital mañana por la tarde.»

Ignis frunció los labios, porque ahora la situación era muy alarmante.

A los monstruos de las montañas nevadas no les afectaba la magia, y como su piel era gruesa, la mayoría de las espadas no lograrían herirlos.

Así que la única opción era decapitarlos, aunque considerando su gran tamaño, no era tarea fácil.

Además, no era solo un monstruo, sino que había más de diez de ellos.

¿Toda esa manada de demonios se está acercando a gran velocidad hacia aquí?

Es capaz de defender la Capital, pero era obvio que el daño sería enorme. Ignis se tocó la frente.

«¿Qué tal si primero ordena a los caballeros, y también reúne a todos los mercenarios?»

Ber le dijo como si hubiera estado esperando para hablar. Ignis lo miró de reojo. Porque sabía cuál era su intención.

«No usaré a las Aves Negras.»

«¡¿Ah, por qué?! ¡¿Acaso no le conseguí la información?!»

Ber se acercó rápidamente hacia Ignis. Parece que en serio había venido aquí con esa intención.

«Ahora, piénselo. Tenemos mucha experiencia peleando contra monstruos. Y como nuestros miembros son gente talentosa, nos encargaremos de ellos más rápido que cualquier otro.»

Como Ignis todavía no le contestaba, Ber añadió rápidamente, como si estuviera nervioso.

«Será difícil encontrar mejores mercenarios que nosotros. No, los mismos caballeros no serán tan buenos como nosotros. Hay muy pocos caballeros a lo largo de la historia que se hayan enfrentado contra los monstruos, y que siquiera tengan la habilidad necesaria.»

Ber hizo contacto visual con Ignis.

«Por eso, no hay nadie mejor para esto que nosotros.»

Ignis entrecerró los ojos.

No quería admitirlo, pero finalmente lo hizo, porque él tenía razón.

Hay muy pocos caballeros que hayan peleado contra monstruos antes, pero como son Caballeros Imperiales que protegen el Palacio, es imposible desplegarlos a todos en esa batalla.

¿Entonces debería usar a los reclutas? De nuevo, eso no era una opción. Jamás habían peleado contra un demonio antes, y además se creían mejor de lo que eran en cuanto a sus habilidades.

¿Realmente es la única opción? Ignis le dio vueltas al asunto en su cabeza.

«¿Disculpen?»

Entonces, Selena habló.

«Un caballero habilidoso y con experiencia en combate.»

Y luego, alzó su mano.

Ella sonrió suavemente mientras miraba a Ignis y a Ber.

«¿No se encuentra justo aquí?»

Selena se apuntó a sí misma.

«¿Acaso no estaban hablando de mí?»

No encontrarán a nadie mejor que yo.

Selena sonrió arrugando su nariz.

TL: mawi

ED: Litten

No spoileen porfi (ɔ˘ ³ (ˆ‿ˆc)

<Anterior Siguiente>

13 comentarios en “FDV 91

  1. Ayyyy que felicidad!!! Me alegra mucho que volvieran, espero que las cosas les estén yendo mejor en sus vidas
    Estoy muy contenta de poder leer más de Ignis y Selena!!!! Por un momento creí que se iban a besar fjndkdndks 😢
    Gracias por el cap

    Le gusta a 3 personas

Deja un comentario