FDV 27

FDV 27

Capítulo 27:

«¿Por qué razón buscaría el entrenador a un miembro actual del Palacio Imperial?»

Él hablaba mirando directamente a Celestine. Tenía que responderle algo. Pero Celestine no podía abrir su boca. Solamente chillaba.

«Sólo me dijo que Sir Celestine le pidió algo. Así que me ordenó buscarlo rápido.»

Letio intervino. Habló entre medio de Celestine y el príncipe. La mirada disgustada de Ignis se dirigió a Letio.

«…bien.»

El príncipe se tocó el mentón por un momento, luego chasqueó brevemente la lengua y asintió.

«¿Entonces no deberías ir? Ve.»

«G-g-gracias.»

Celestine asintió y se fue rápidamente. Ignorando la mirada de Ignis mientras se iba.

***

«¿Estás loco?»

Dijo Letio. Tan pronto como salieron del Palacio Imperial, agarró a Celestine del cuello y abrió grande los ojos.

«¿Por qué demonios viniste?»

«M-mi hermana me lo pidió. N-no pude evitarlo.»

Cuando escuchó que fue un pedido de Selena, Letio brevemente mostró signos de tranquilizarse un poco. Pero solo por un segundo.

«Incluso si no podías evitarlo, ¿qué fue esa actitud de recién? ¡El príncipe seguramente se dio cuenta!»

Celestine se mordió el labio.

Lo sé. Sé mejor que nadie que el príncipe me miraba confundido.

¿Pero qué podía hacer? Hizo lo mejor que pudo en ese momento. Se sorprendió de sí mismo por no haber perdido la cabeza.

«V-va a estar bien. Mi hermana dijo que él no sabe que somos mellizos…»

«¡Si quisiera podría investigarlo, y se daría cuenta!»

Letio alzó la voz.

Estaba aún más atemorizado por la actitud tan diferente a la que vio ayer, cuando estaba en frente de su hermana. Casi se le escapan unas lágrimas.

«En serio…»

Letio fulminó con la mirada a Celestine.

«Eres un familiar inútil.»

Celestine mordió con fuerza. Las lágrimas que estaban por salir, se escaparon y cayeron. Por alguna razón, sintió como se abría una grieta en el vacío.

«Yo también…»

Apretó con fuerza los puños.

«También lo sé.»

Levantó la cabeza y miró a Letio. El aura de Letio era tan feroz como la del Príncipe, pero Celestine no podía evitar gritar.

«Por mi culpa mi hermana sufre tanto, por mi culpa mi hermana no pudo estudiar como ella quería, sé que es mi culpa… que ella viva así.»

Se limpió con el dorso de la mano la punta de la nariz que goteaba.

«Aún si buscan por todo el mundo, no van a encontrar a alguien tan inútil como yo. Lo sé.»

Incluso cuando éramos niños, siempre fue así.

Mi hermana era tranquila y perfecta en todo, y yo era torpe y malo en todo.

Mi padre siempre elogiaba a mi hermana, y la niñera siempre la respetaba.

¿Y yo qué? Yo…

Celestine se secó los ojos con la mano. Como su corazón ardiente, sus lágrimas también ardían.

«¿Piensas quedarte así por el resto de tu vida?»

Letio bajó la vista hacia Celestine y dijo.

«¿…qué?»

«Me refiero a que si vivirás dependiendo de tu hermana por el resto de tu vida.»

Los hombros de Celestine se tensaron ligeramente.

No. Nunca querría vivir así. Pero…

Qué más puedo hacer. Me pregunto si hay algo que yo pueda hacer. Soy un estúpido y un inmaduro.

«¿Entonces qué quieres hacer?»

Letio sostuvo a Celestine de los hombros con fuerza.

«Te estoy preguntando como quieres vivir. Contesta correctamente.»

Cruzaron miradas. Sus ojos rojos emanaban la energía de un poderoso guerrero.

«Quiero ser fuerte.»

Celestine abrió la boca como si hubiera sido poseído.

«Incluso si no soy tan fuerte como mi hermana, quiero ser lo suficientemente fuerte como para protegerla.»

Estaba diciendo la verdad.

Pensaba que no había nada que pudiera hacer, pero al mismo tiempo, su verdadera intención era creer que si podía hacer algo.

Agarró la muñeca de Letio, que descansaba en su hombro.

«Esas palabras. ¿Son válidas hasta el final?»

«¿Válidas hasta el final…?»

«Válidas hasta la muerte.»

Celestine asintió con la cabeza sin dudar.

«Si. Son válidas.»

Antes de que pueda terminar de hablar, los labios de Letio se inclinaron hacia arriba.

«Entonces lo ayudaré.»

Sus labios formaron una sonrisa deslumbrante.

«Así puedes ser más fuerte.»

Por alguna razón, él se veía como una persona malvada.

***

Selena que estaba esperando a Celestine afuera del Palacio Imperial, se acercó a la entrada tan pronto como lo vio salir.

Parecía que Celestine tenía que contarle algo, pero no podía tardar más cuando le dijo que se encontró con Ignis.

—Hablaremos más tarde.

Selena le dijo mientras pasaba al lado a Celestine.

Ignis debió haberse dado cuenta. Quizás no sabía que era otra persona, pero sí que había algo extraño. Así que tenía que verlo rápido.

«¡Sir Celestine!»

Entonces, escuchó que una voz la llamaba. Era Letio.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando escuchó su voz.

Quizás por lo que pasó la noche anterior.

Pero Selena no lo demostró.

Suprimió las emociones turbias y fingió estar feliz de verlo.

«¿Ya volviste?»

«Si. Escuché que ayudaste a mi hermano. Gracias.»

Celestine me dijo que no podría haber salido de esa situación si no fuera por Letio.

Estoy realmente agradecida de que Letio apareciera en el momento justo. Sino, hubiera sido atrapado en el acto.

Por eso Selena no tenía otra opción que hablarle amablemente como ahora, aunque desconfiaba de Letio. Podría necesitar su ayuda en el futuro.

«No, no fue nada. ¿Estás bien?»

«¿Hay algún motivo para no estarlo? Estoy bien.»

«Me alegra.»

Letio dijo con una leve sonrisa. Entonces miró a Selena, pero su mirada era tan pesada que ella no pudo evitar voltear la cabeza hacia un lado.

«Sir.»

También le molestaba que la llame así. Selena frunció el puente de su nariz.

«¿Cuánto tiempo piensa quedarse en el Palacio Imperial?»

Las siguientes palabras también fueron molestas. En vez de responderle, Selena frunció el ceño y lo miró. Pero Letio no paró de hablar.

«Ya no es un recluta, ¿no se convirtió en un caballero? Si sigue así, podría pasar el resto de su vida como el escolta del príncipe. ¿Ya lo pensó?»

Él no se equivocaba. Si ella seguía así, Ignis podría atraparla y forzarla a servirle para toda la vida.

Aunque le dijo que sólo sería su escolta hasta que termine el servicio militar, no sabía que podría intentar Ignis para retenerla.

Pero no quería pensar que pasaría después. Ahora mismo, estuvo viviendo sin saber que le esperaba, porque pensaba que, si tontamente planeaba algo, de nuevo se arruinaría.

«Bueno, de alguna manera todo va a funcionar.»

«Sir. Ese es un pensamiento muy ingenuo.»

«Si Su Alteza es coronado, tendré motivos para renunciar. Por ahora tendré que esperar y ver qué pasa.»

«…la coronación.»

Letio dijo en un tono un poco apagado.

«¿Qué pasa si no puede heredar el trono?»

«No sé. Tampoco podría saber eso.»

«No, digo.»

En ese momento, sus ojos se volvieron filosos.

«Estoy preguntando qué pasaría si el príncipe muere sin ser coronado.»

Sintió escalofríos. En ese momento, sintió el sudor frío recorrer su espalda.

Qué, ¿por qué?

¿Por qué tienes esa mirada? ¿Por qué tienes una expresión tan áspera?

Tal vez…

Tratando de eliminar las dudas de su cabeza, Selena aclaró la voz.

«El deber de un escolta es proteger a su amo.»

Ella sacudió la cabeza varias veces.

«Ciertamente, una espada que falló en proteger a su amo debe ser desechada.»

Letio frunció el ceño. Pero no dijo nada. Él también parecía estar organizando sus pensamientos.

‘Realmente es peligroso.’                   

Selena pensó eso mientras limpiaba el sudor de las manos con la ropa.

Obviamente todo estaba cambiando. El comportamiento, personalidad y absolutamente todo de Letio estaba yendo en una dirección diferente a la del libro.

Y también, para decir algo así…

«Me preguntaba dónde estabas.»

Selena miro hacia allí. Vio una silueta familiar. Rápidamente saludó.

«Te estabas escondiendo aquí.»

Ignis se acercó, su capa blanca se mecía con el movimiento.

«El entrenador dijo qué jamás te llamó.»

No había expresión en su rostro indiferente. Un rostro despiadado. Una mirada que nunca antes le había mostrado Selena. Selena lo miró a los ojos.

«No sabía que Sir y Sir Letio eran tan cercanos como para tener que esconderse en este lugar y disfrutar de una reunión secreta.»

Ey. No fue así.

«No importa que tan cercanos sean, no debiste engañar a tu amo.»

Pero no fue así.

«¿No te lo dije ya?»

Sin importar como se sentía Selena, Ignis agarró con fuerza la muñeca de Selena.

«No tengo intenciones de dejarte ir.»

Su temperatura corporal estaba muy caliente. Ardía tanto que se preguntó si podría quemarla si la sostenía de esta forma.

Quizás esta temperatura provenía del corazón de Ignis. Tal vez reflejaba lo enojado que estaba.

Si era así, ¿por qué carajos?

Selena no podía ocultar su confusión.

«No hay nada que puedas esconder en este Palacio Imperial.»

Ignis miró a Letio a los ojos.

«A este punto ya deberías entenderlo.»

Las miradas de Letio e Ignis se entrelazaron.

«Será mejor no volver a hacer la misma estupidez de ayer.»

Entre ellos pasaba viento helado.

Un rayo de luz perforaba violentamente.

Como si estuviera prediciendo el futuro.

TL: mawi

No spoileen porfi (ɔ˘ ³ (ˆ‿ˆc)

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